Hola, Habladores:
Aquí estamos un día más. Hoy toca hablar sobre esas cosas que soñamos cuando estamos en la fase de enamoramiento y pensamos que todo es posible.
En nuestras vidas solemos idealizar y soñar con muchas cuestiones personales, amorosas y también profesionales. En el caso de los profesores de ELE soñamos en cómo serían los alumnos perfectos, el ambiente de trabajo ideal, y también, por qué no, en el aula perfecta. Un espacio con todos los recursos necesarios, zona de descanso, de lectura, con recursos que cuentan con la participación de los alumnos, como puede ser la exposición de trabajos elaborados por ellos.
Sin embargo, cambiar el ambiente físico de una escuela es muy difícil y no depende solo de nosotros. No obstante, sí que podemos hacer cambios en la agrupación de los alumnos y con esto que las clases sean lo más comunicativas posible. Contar con la ayuda de los alumnos e implicarlos en actividades que luego puedan exponer de forma permanente en el aula. Hacer un pequeño rincón con libros y diccionarios para que lo puedan consultar. La presencia de plantas también es algo factible de poder llevar al aula y esto provoca un cambio significativo en el ambiente, puesto que ayuda en la disminución del estrés. Podemos, además, aprovechar los objetos presentes en el aula y convertirlos en una fuente de conocimiento léxico.
En resumen, mi aula ideal es realista, es aquella que sí podemos transformar con amor, cariño, con la participación de los alumnos, con pocos recursos, porque es al final, es lo que vamos a encontrar cuando crucemos la puerta.
Y vosotros, ¿qué opináis?